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El Taller del placer

Hola a todos. 


Hace algún tiempo, cuando tenía unos 25 años, trabajaba en una empresa de químicos, me mandaban a hacer auditorías a otras ciudades o estados de la república, eran viajes de trabajo que también, si había oportunidad, se volvían viajes de placer, en ese tiempo, mi novio, ahora esposo, siempre me daba la oportunidad de experimentar lo que quisiera con quien quisiera en los viajes que hacía, tuve muchos encuentros sexuales con desconocidos, meseros, barmans, gente de roomservice, ejecutivos, gente de diversas edades, etc. Pero tuve un encuentro muy peculiar en uno de esos tantos viajes, fue en Cancún; conocí a un señor, cubano por cierto, de unos 60 años aproximadamente, viudo, se dedicaba a la mecánica, y lo conocí porque desafortunadamente, o más bien, afortunadamente, mi vehículo se descompuso y llegué a su taller, estaba solo, ya casi por cerrar, eran más de las 6 PM cuando iba llegando a Cancún, por lo que iba a tener que dejar el auto en su taller, solo lo medio revisó, ya que iba a cerrar, me dio un diagnóstico pero lo tenía que revisar bien al día siguiente, lo que si noté, cuando se agachó para revisarlo, fue un "bulto" entre sus piernas, me llamó la atención, no dejaba de verlo; él muy amable me llevó al hotel donde me iba a hospedar. Al día siguiente, después de mis actividades, fui a su taller, igual ya era un poco tarde, estaban él y su ayudante, pasó una media hora y el ayudante se fue y se volvió a quedar solo, mi instinto me llamaba a ver nuevamente su bulto, y si, lo volví a notar, me dijo que el auto aún le faltaba algo, una refacción que tardaba 1 o 2  días en llegar; me dieron ganas de ir al baño y se lo pedí prestado, estaba algo sucio, al fin taller, para no ensuciarme el vestido, me lo quité, la puerta solo tenía una cortina de baño, en eso noté su presencia cerca, me excite mucho, pensar que lo tenía solo detrás de la cortina y yo del otro lado sin el vestido, solo en brasier y en tanga, era tanta mi excitación, que estaba decidida a ver ese bulto, abri la cortina y le pedí una cubeta para echarle agua al baño, se sorprendió de verme en ropa interior, me llevó la cubeta, sentía su mirada en mis nalgas descubiertas, con solo un hilo entre ellas, en eso volteo y veo el bulto aún más pronunciado, me preguntó que porque estaba así, casi sin ropa, le dije que para no ensuciar mi vestido, noté que ya había cerrado todo, nada más me estaba esperando para llevarme nuevamente al hotel, en eso me puse a recorrer el taller, tan solo en ropa interior, el iba detrás de mi, como esperando a ver que hacía, me recargué sobre un auto, él me observaba como desconcertado, le volteé a ver el bulto, me quité el brasier, se acercó a mi, me puso sus manos sobre las tetas, unas manos sucias llenas de grasa, me las comenzó a chupar, no pude más y le agarré el bulto, se lo saqué, era enorme, pero lo que se dice enorme, era un poco flácido, tal vez por la edad, pero era largo y grueso, no se, entre 24 o 25 cms, grueso como una lata de red bull, conforme lo agarraba se iba poniendo un poco duro, me sentía sucia, literalmente por el lugar donde estaba, el sabía lo que yo quería, me jalo hacia una mesa, tenía herramientas, ahí me recostó boca abajo, me quitó la tanga y comenzó a besarme y a morderme las nalgas, sentí su lengua recorrer mi culo, me volteó, me acostó sobre la mesa como si fuera a devorar un manjar, me abrió las piernas y solo sentí como metía su lengua en mi vagina, la chupaba, la succionaba, mordía mis labios, ya una vez terminada su obra oral, me cargó y me llevó a la batea de una camioneta, me sentó sobre la tapa, abrió mis piernas y vi como su enorme bulto comenzó a frotar mi vagina, yo estaba mojada, no iba a ser dificil que entrara, en pocos segundos comenzó a meterla, empecé a sentir como me iba abriendo mi vagina, ya sentía demasiado placer, comenzó a meterla y sacarla suavemente para después hacerlo de una manera rápida y sin parar, maldita sea, estaba extasiada con un señor que podría ser mi abuelo, me triplicaba la edad, bien dicen que los negros, con todo respeto, las tienen grandes, y este que me tocó, me estaba volviendo loca, luego me llevó a un mueble viejo y sucio, me puso de rodillas y comenzó a darme de una manera violenta, sentía cada embate, sus testiculos golpeaban mi clitoris, mis gemidos se escuchaban en todo el taller, nada más porque estaba en la orilla de la carretera y sin casas junto, si no, me escucharian todos, me hizo venir, el seguía sin parar, de una manera decente, me pregunto si me los echaba dentro o en las nalgas, yo estaba tan extasiada que le dije dentro, terminó una vez, yo quería seguir viniendome, su verga se la había puesto un poco flácida, tenía que esperar a que se pusiera dura otra vez, me cargó otra vez y me acostó en el cofre de otro auto, comenzó de dedearme mientras yo le agarraba la verga, se le estaba poniendo dura otra vez, le dije que la quería adentro una vez más, para eso, yo ya estaba sucia, manchada de grasa y las nalgas negras de polvo, normal de un taller, pero me gustó esa sensación, nos movimos hacia banca que estaba cerca de la entrada, lo senté y me monté sobre él, la tenía toda adentro, empecé a balancearme, a darme sentones mientras le ponía las tetas en la cara, en la boca para que me las chupara, me volví a venir, era la tercera, casi me orino sobre él, me temblaban las piernas, él seguía cogiéndome, nos paramos y me llevó hacia la parte de atrás del taller, tenía una especie de cocina, ahí recargada sobre una mesa de plástico me comenzó a dar por detrás, vi que había una puerta, le pregunté que hacía donde daba, me dijo que atrás era un terreno, había monte y hierba, le dije que abriera para ver, abrió y si, solo era tierra y hierba como un montazal, era tanta mi excitación que lo llevé ahí, me tiré sobre la tierra, abri las piernas y comenzó a cogerme, estaba por venirse, me voltee y me puse de rodillas mostrándole las nalgas, solo sentí como lo metió por mi vagina, una vez más dándome muy duro, sus testículos golpeando mi clitoris, me sentía en el paraíso, ya para ese momento, le decía cosas sucias, estaba extasiada, él seguía mentiendola una y otra vez, empecé a venirme, mis gemidos lo excitaban que escuché como se empezó a venir, sentí como me llenó de leche la vagina, se escuchaba como bombeaba por dentro, ese sonido mezclado de semen y jugos vaginales, quedé tendida boca abajo sobre la tierra y él sobre mi, nos levantamos, no dijimos nada, me llevó al hotel.
Al día siguiente, al terminar mis actividades, volví a llegar una vez más cuando estaba por cerrar, mi auto estaba listo, era la despedida, ya que al día siguiente me iba, eso sí, no paso nada diferente al dia anterior, se fue su ayudante, una vez que vi que tomo su camión, yo misma cerré el taller, me quité el vestido, no llevaba nada abajo, me volvió a coger por todo el taller, y terminamos en el asiento trasero de mi auto, esta vez él no me llevó al hotel, yo me lo llevé a pasar la noche conmigo, ahora si en un lugar adecuado, lo primero fue un baño en la regadera y después nos metimos a la tina, ahora si se lo chupe hasta tragarme su semen, ya viéndolo de cerca, era enorme, era del tamaño de mi cara, se lo seguí chupando en la cama hasta ponerlo duro otra vez, me cogió durante casi toda la noche, amanecimos y no podía faltar el mañanero, bajamos a desayunar y solo subimos a despedirnos, una cogida más, bajamos y de ahí cada quien tomó su rumbo.
Nunca voy a olvidar la mejor descompostura de mi auto, agradezco que haya pasado, ya que gracias a eso, me dieron unas de las mejores cogidas de mi vida.



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