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Historias y Relatos Swinger
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Noche caliente
Es la primera historia que subimos, espero les guste.
El día de ayer estábamos mi esposa y yo con todos los preparativos para irnos a dormir, mientras me lavaba los dientes vi unas pinzas de ropa, por lo que se me ocurrió una idea, me llevé 3 y las escondí para que no las viera, de ahí la empecé a tocar todo su cuerpo para calentarla también, la puse de lado, le bajé los pantalones, puse saliva en su ano y en mi pene y que la empino, ella empezó a gemir, al principio fue lentamente, después fue acelerando y dándole más fuerte, mientras ella seguí gimiendo, de ahí le sujete el cuello con firmeza y empecé e materle los dedos en la boca con la otra mano, cada vez iba a más y genial más, de ahí tomé las pinzas, y le puse una en casa pezón, al principio le hizo gracia, pero conforme le daba más duro, apretaba una de las pinzas para que la sintiera más y ahí es cuando hacía un mini grito ahogado y se estremecía, y notaba más lubricado abajo. Por lo que seguí dándole duro y cada x tiempo apretaba una de las dos pinzas y se volvía a estremecer , de ahí ella intentaba quitárselo y no la dejaba, por lo que la tuve que inmovilizar y de ahí seguí dándole fuerte, hasta que en una apretada de pinza le salió un gemido excitante y se estremeció completamente y super que había llegado al orgasmo, por lo que me encendió más, y le di más duro, hasta que me vine dentro. Al final siempre le pregunto, estás bien? Te he hecho daño? Y ella no, nada que ver. Al final ya nos fuimos a duchar otra vez y nos fuimos a dormir, pero me doy cuenta que a mí esposa le gusta ser dominada y que le den fuerte y a mí también me excito, implementaremos más estás dinámicas más el sexo
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