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Historias y Relatos Swinger
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Pasión en el puerto
La cita que hizo la pareja conmigo fue vernos en el bar del hotel Emporio, donde estába hospedado, a las 8:00 pm. Era un noche calida y húmeda de viernes. Yo estaba en mi habitación esperando diera la hora señalada para bajar al bar, mientras tanto, me tomé un par de shots de tequila para ir entrando en tono. Baje y llegué puntual al bar. Me senté en una de las mesas a esperar. Pasaron 10 minutos y recibí mensaje del esposo donde avisaba que llegarían 8:30 pm, ya que su esposa aún se estaba arreglando. Dieron las 8:30 pm y no aparecían, 8:45 pm y no llegaban. Lo tomé con calma. Salí a caminar al melecon para aspirar la brisa marina y despejarme un poco. Vi el reloj y ya eran casi las 9:00 pm. Pensé que definitivamente ya no llegarían. Seguí deambulando en el malecón, cuando de repente llegó un mensaje, eran ellos, ya estaban en el bar. Regresé rápido al hotel y al entrar al bar los reconocí. La espera valió la pena. Ella traía un vestido en color negro con botones al frente, de tela ligera que permitía ver las redondeces de su figura. Piel morena relativamente baja de estatura y con un trasero de infarto. Sus tetas medianas complementaban una sabrosa figura. Nos presentamos y pedimos algo para beber, una ronda de tequila para ella y para mi, una soda para el esposo. Comenzamos a platicar para romper el hielo, preguntas y más preguntas a mi, pedimos otra ronda de shots y seguimos platicando. La conversación se tornó amena y fluida. Se acabaron los tragos e iba a pedir otra ronda más, cuando el esposo le preguntó a ella que le parecía si íbamos a otro lado.
Ella asintió y dijo que si. Pagué y nos fuimos en su auto a un bar localizado sobre el boulevard Ávila Camacho y subimos a la terraza que está en el frente del local, teníamos vista al mar, desde la terraza al aire libre, la terraza era sólo de nosotros ya estábamos solos. La brisa del mar era muy agradable y mitigaba el calor del puerto, que aunque ya era de noche aún se sentía y, sobretodo, la humedad. Ordenamos una ronda de tequilas para ella y para mi, soda para el esposo. Seguimos conversando de nuestras experiencias, inicios en el ambiente y otras trivialidades y así seguimos conversando mientras ordenamos rondas adicionales de shots de tequila, me platicaron que tenían la fantasía de una doble penetracion, entre otras cosas. En algún momento entre ese lapso, ella se puso de pie para ver hacia la calle y el esposo le tomó foto y después le dijo que se pusiera de espaldas a la pared, y se levantará el vestido, ella así lo hizo, momento que aproveché para acercarme y ayudar a sostener el extremo de su vestido, traía una linda tanga negra de hilo que adornaba sus redondas nalgas. Después, ella se giro de frente hacia el balcón de la terraza y yo me coloqué detrás de ella y le rodee su cintura con mis brazos y después eleve mis manos para agarrar sus tetas y sacarlas del vestido. El esposo no perdió detalle y tomó todas las fotos posibles. Después de eso, fue que el esposo que le dijo que si ya nos íbamos y ella dijo que si. Pagué la cuenta y salimos del lugar.
Ella se subió al asiento trasero del auto y yo con ella mientras el esposo conducia de regreso al hotel. Empezamos a cachondear, le desabotone su vestido y sus tetas quedaron al aire, se las bese y chupe sus pezones, mientras le introducia un par de dedos en su vagina y pude notar lo húmeda que ya estaba y después introduje uno en su ano. Nos besamos, le besé el cuello y bajé a haberle oral, ella me acariciaba mi cabeza mientras yo le daba masaje a su clitoris con mi lengua. El esposo al ver lo caliente que estábamos, siguió conduciendo por las calles mientras su esposa y yo seguíamos cachondeandonos en el asiento trasero del auto. Ella estaba muy excitada y caliente, se me montó y me quitó la playera, su vestido estaba completamente abierto, para ese momento yo ya le había bajado la tanga.
Ella me preguntó si traía condones, le respondí que si, hombre prevenido vale por dos, me lo puse y la penetre por su vagina, así íbamos por las calles céntricas del puerto. Luego, ella se giro y comenzó a besarse con su esposo y me puso su sabroso trasero frente a mi cara, comence a besar, chupar y lamer sus nalgas, vagina y esfinter. Después de unos instantes más, llegamos al hotel y nos acomodamos la ropa lo mejor que pudimos. Entramos por la puerta lateral y subimos a la habitación. Ahí nos tomamos otro shot de tequila de la botella que traía conmigo. Brindamos por una noche de pasión intensa.
Ella se desnudo frente a su esposo y a mi, nos prendimos a sus tetas mientras le acariciabamos su cuerpo, luego ella se hinco frente a nosotros y comenzó a hacernos oral, a uno y a otro, turnandose, mientras le hacia oral al esposo, me desnude y cuando me hacia oral a mi, el esposo también se desnudo, luego pidió las dos vergas en su boca y chupo con deleite.
Ya después, el esposo permitió que ella me montara primero, en lo que él grababa y tomaba fotos. Después el se acostó boca arriba y ella se le montó y lo cabalgo por un rato, llegó un momento en que ella se quedó estática y ahí fue donde me coloque detrás de ella y la penetre por su ano, primero fui entrando poco a poco, el vaivén era con suavidad, hasta que mis huevos toparon, fue ahí donde incrementamos el ritmo y comenzamos a bombearla con intensidad, ella comenzó a disfrutar al máximo y gritar lo bien que sentía. El sonido de mi pelvis topando contra sus nalgas era extasiante. Yo estaba empapado de sudor, ya que abrimos el ventanal del balcón en vez de encender el aire acondicionado. Así seguimos hasta terminar.
Nos dimos un baño, platicamos y tomamos otro shot de tequila. Luego nos salimos al balcon, estábamos en el sexto piso del hotel y ahí estuvimos un rato más en lo que nos tomábamos algunas fotos. Ya para entonces nos habíamos recuperado y estábamos listos para el seguiente round. Ella se empino y le comenzó a a hacer oral al esposo mientras meneaba su espectacular trasero frente ami, así que me puse otro condon y la penetre en su vagina y comencé a cojerla. Estábamos tan absortos en ese momento que no nos dimos cuenta que en el malecón aún, a pesar de la hora, había turistas caminando. Entramos a la habitación y seguimos , ahora yo me acosté boca arriba, ella se me montó y cabalgo momentos después, el esposo se acomodo detrás de ella y la penetro por su ano. Le dimos otra buena sesión de doble penetracion. El termino después de un rato y se quito, yo desde donde estaba seguí cojiendo con la esposa. Después de un rato también terminé. Nos dimos otro baño. El calor y la humedad eran intensos. Se vistieron y se despidieron.
Después de este encuentro, he visto hasta el momento tres veces más a esta linda pareja con quienes se ha generado un bonito lazo complicidad.
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