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PUERTA ABIERTA

Tal cual acordamos, la puerta de la habitación estaba emparejada esperando a mi llegada, así que al abrir y encontrarla recostada boca abajo, desnuda, con el cabello sujetado en una coleta y con los ojos cubiertos por una mascada, el golpe de adrenalina fue tremendo así que fue necesario contener ciertos impulsos derivados de la excitación para dar rienda suelta a su fantasía.

Cerré la puerta y coloqué mis cosas en el tocador, dando un suspiro profundo para hacerle notar mi presencia y posición, separando ella ligeramente sus piernas en clara señal de excitación.

Me coloqué junto a ella, acariciando su espalda y hombros con ambas manos, lentamente, recorriendo su piel hasta su cintura al momento de besar su cuello y sobar sus nalgas, deliciosas, pasando mis dedos entre estas para regresar a su cuello y retomar sus gluteos, ahora con algo de fuerza al apretar para separarlos y deleitarme con la visión de su culo, palpando su sexo con la yema de mis dedos, llevando su humedad a mis labios, probando el perfume de su celo.

Regresé al tocador y tomé el bote de glicerina, desnudándome para ya no dar marcha atrás.

Me coloqué en cuclillas sobre sus piernas, dejando mi verga frente a su culo hermoso, redondo, derramando un poco de glicerina sobre su espina para masajearla y relajarla, primero pasando mis nudillos recorriendo sus vértebras y así iniciar por su cuello y hombros, deshaciendo algunos nudos producto de la tensión y estrés cotidianos, siguiendo con sus brazos al ritmo que marcaba su respiración profunda, dejándose hacer por un extraño al que no tuvo reparo en invitar a su intimidad.

Flexioné sus piernas para que levantara su culo y separando sus nalgas le dí un rico beso negro, metiendo lengua mientras mis dedos se deslizaban en su vagina húmeda, agitando su respiración a la par que suspiraba mientras mi boca y manos hacían de sus nalgas, vagina y ano el aperitivo de un buen palo, saboreando por un buen rato, lubricando, dilatando, con el objetivo de preparar la penetración con un plug que ella llevó y que tomé del buró para incorporarlo al juego, siguiendo con la sesión oral mientras el metal se acoplaba a la temperatura de su cuerpo, en plena ebullición del orgasmo derivado de su grado de excitación.

Cuando le dejé dos dedos bien lubricados dentro, su orgasmo fue particularmente intenso, escurriendo un poco la humedad de su sexo, así que le puse un poco más de lubricante en la entrada del ano y al juguete para, poco a poco, insertarlo mientras jugaba con mis dedos en su vagina, llegando al punto en el que ella sola empujó sus nalgas hacia atrás y así terminar con el aperitivo,.

Teniendo la joya en posición, la incorporé de rodillas para ahora sí acariciar sus tetas mientras la dedeaba sin compasión, haciéndola mojar mis manos en un orgasmo que detonó en líquido que embarré sobre su cuerpo y le dí a probar, diciéndole que era su propia calentura lo que probaba, a lo que respondió chupando mis dedos, en clara señal de que era momento de darle a mamar mi verga.

Mojé mi verga en su vagina y me incorporé para metersela en la boca, a lo que golosamente ella correspondió ensalivando generosamente en chupadas que llevaba hasta la garganta, como si de su vagina se tratara, estaba caliente y excitada.

Le decía que era bien puta y caliente, a lo que ella asentía y repetía que era una puta caliente y quería verga.

Le dije que como perra caliente la iba a coger y la acomodé de perrito, dejando ir mi verga de un golpe, arrancando un profundo gemido que se repitió con cada embestida, fuerte, rápida, llevándola de un orgasmo a otro, tomándola por el cabello con firmeza, mientras le daba una nalgada que resonó tan fuerte que seguro se escuchó por los pasillos, diciendo que así la quería, que le diera más, que le diera duro, mientras su humedad escurría ya por mis huevos y piernas hasta que se separó para soltar un chorro abundante y desplomarse sobre la cama con las piernas y manos temblando por la intensidad de su venida.

Se retiró la venda y me regaló una espectacular mirada con el brillo especial que una mujer que está más que complacida tiene mientras le servía un trago y tomábamos aire, intercambiando caricias durante esta pausa, que concluyó cuando ella se sentó sobre mi cara y poco a poco se fue acomodando para un 69, disfrutando mientras me regalaba un nuevo orgasmo en la boca a la vez que fui retirando el plug de su culo porque era justo lo que ambos queríamos.

Se montó sobre mi verga y, mientras ella cabalgaba, de tiempo en tiempo colocaba un dedo, dos, en su culo, lubricando hasta que tuvo un nuevo orgasmo.

La recosté sobre la cama y levanté sus piernas para penetrarla pero no como ella esperaba sino que aproveché el lubricante y lo embadurné en mi verga para meterla por su culito, poco a poco, sin que opusiera resistencia, pujando un poco cuando ya tenía la mitad adentro, empezando el mete saca con un ritmo que fue incrementando mientras la penetración se hacía cada vez más profunda y la lujuria se inyectaba en sus ojos a la vez que ella se daba placer por la panocha, soltando sus jugos en un orgasmo intenso que nos empapó a ambos, mezclando sus fluidos con el lubricante, y el sudor sobre sus tetas.

La volví a acomodar de perrito para culearla, de nuevo con fuerza, sujetando su cabello y nalgueando sus carnes mientras pedía más y gritaba pidiendo más verga, diciendo que le encantaba mi verga en el culo, así hasta que ya no pudo más y me pidió la dejara ir al baño, así que aprovechamos para tomar otro trago, refrescarnos y tomar aire porque la tarde era aún joven y ése rico culito, recién estrenado seguro quería más.

Parejas y damas que deseen contactarme, manden mensaje con número de contacto, ya que nos oy vip y mo puedo responder sus mensajes.

Saludos a todos.