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Historias y Relatos Swinger
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El Placer en la Comodidad de la Desnudez
En general, es un tanto difícil contactar, sea por cuestiones de
distancia o tiempo, sin contar otro tipo de situaciones que lo mejor es
obviar, o los típicos inconvenientes de última hora.
Los
diferentes proyectos de trabajo que he tenido en los últimos dos años
me han dejado con horarios un tanto complicados como para dar espacio a
una planeación "normal" como para pensar en contactar un fin de semana,
pues si llego a tener un día o noche libre, es de improviso, de manera
tal que el pensar en conectarse al chat no es tan buena opción, entre la
comodidad y lo difícil que es intercambiar el número de contacto sin
que te baneen.
De igual forma, en
lo personal, un encuentro es una experiencia liberadora a la cual acudo
sin mayor límite que aquellos que implican temas como sexo oral o
penetración anal a la dama, por lo que cuando contacto es con plenitud
de tiempo y con toda la energía que requiere satisfacerme al llevar a
una hembra al orgasmo en repetidas ocasiones, tantas como nos permita el
espacio entre las respectivas ocupaciones.
Así
pues, cuando la ocasión se presenta y no hay plan o tiempo para
encontrar a la gente adecuada y dispuesta para el momento, lo que hago
es simple, acudir a algún club.
¿A
cual?, bueno, si bien la oferta es cada vez más amplia y segura en
cuanto a zonas y transporte, dependiendo de la ubicación doy preferencia
a los lugares donde la dinámica sea de verdadero contacto y no para la
fiesta que encuentro en cualquier lado, pues lo que me interesa es
coger, no tanto beber y mucho menos bailar o platicar.
Así
pues, como single, si algo me interesa es la comodidad, y para evitar
el riesgo de que algo se me pierda, prefiero estar desnudo, por lo que
acudo a los clubs donde se me permite andar al natural o con apenas la
ropa interior sin que alguien se incomode.
De
hecho, procuro ejercitarme para mantenerme en forma y los músculos
estén en su lugar, así que puedo andar como si nada, siendo esto un
factor más que importante, ya que el saber que puedo excitarme y tener
una erección sin que se me señale de "mal pensado" o "pecaminoso", es
algo que en lo personal me produce tremenda satisfacción, sobre todo
cuando esto es producto de ver y percibir los encantos de una dama, ya
no digamos tocar o saborear.
Esa
sensación de libertad es algo más que relajante, pues no sólo se trata
de lucir el cuerpo o que "se te pare la verga", sino de dejar que todo
fluya y tome su lugar, repito, el excitarse sin mayor prejuicio y saber
que puedes tener "n" cantidad de encuentros, dependiendo de los gustos y
preferencias de las damas es lo que vale la sola experiencia, ya luego
el tener la oportunidad de disfrutarse uno a uno, en trío, gang,
exhibirse, es lo que le da el valor real a la noche.
Comer
algo que te gustó a primera vista, el que te devoren porque les
gustaste bien puede ser algo muy básico, de mero instinto, pero ¿Acaso
no de eso se trata esto?, de relajarse y dejarse ser sin temor al qué
dirán, siempre con los cuidados y protección que amerita el placer
sexual.
Por lo general me
encuentro libre los Lunes y, si alguna dama o pareja gusta acompañarme
en una de estas excursiones, son mis invitados.
Por cierto, mi nombre es Javier y ya estoy cerca de los 19 años en este ambiente.
Será todo un gusto conocerles, y el placer, junto con la discreción, son mi garantía.