historias reales de nuestros usuarios
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Hola a todos, empezaré diciendo que hace algunos años me dediqué a la chafireteada en CDMX, bueno solo trabajaba fines de semana por la noche, era un Viernes como a las 11pm, pase por calle Madero y Bolívar en pleno centro donde están los antros cuando oí una voz femenina gritar taxi, taxi!! De inmediato frene. Ohhh, santo cielo ella era una dama joven cálculo entre veintiuno y vientitres, 1.60cm escultural mayones negros, pechos enormes envueltos en una blusa escotada y una cabellera rizada, frondosa, exhuberante, ojos color miel, cintura delicada, cara de ángel. Abordo y me dijo a Metro Chabacano de inmediato me puse en marcha pero mi sorpresa fue metros adelante cuando ella dijo no eres un violador ?? A lo cual respondí obvio NO!! Solo agachó su cabeza y dijo que lástima! Me quedé con los ojos cuadrados y no dije nada, habíamos avanzado algunas cuadras y volvió a decirme de verdad no quiero llegar a mi casa nadie me espera mejor llévame a otro lugar a lo que respondí si claro, a donde ?? Se puso detrás mío y susurro a mi oído a un Hoteeeelllllll, se me erizo toda la piel pero no lo creía vio mi tarjeton en el vidrio leyó mi nombre, anda Daniel vamos, cual conoces ?? A lo que respondí varios y nos enfilamos hacia Salto del agua conocía uno muy cerca, llegamos al estacionamiento se paso al asiento del copiloto y nos empezamos a besar, wuaooooo los besos más apasionados que jamás me han dado bajamos a la recepción y pedimos el cuarto, ya instalados seguimos nuestro cachondeo cuando ella se desnudó salieron primero sus enormes pechos que lamía y estrujaba sin parar la acosté en el potro y lamí su vagina inundada no podía despegarme de ahí y ella solo me tomaba de la cabeza metiendo más mi cabeza no quería que me despegará no sé cuántas veces se vino pero estoy seguro que muchas por qué sentía sus jugos por toda mi boca, gritaba como loca cambie la pose a un 69 tomo mi pene y lo metió de un solo golpe a su boca se ahogaba con el lo sacaba y lo volvía a meter lo mejor fue cuando lamió abajo de mis testículos ahí donde empieza el pene lamía y mordisqueaba una locura y yo metido entre sus delicadas piernas delgadas y bellos muslos, ella siguió acostada en el potro pero de abajo hacia arriba y le inserte mi miembro super duro, venoso y que escurría gotas de semen lo metí en un solo moviento y ella gritó espera, espera se me fue toda ella sintió que le llegaba hasta el estómago y más gritaba.
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