Historias y Relatos Swinger

historias reales de nuestros usuarios

Historias y Relatos Swinger

Conoce las historias calientes de nuestros usuarios.


Noche con Carlos y Yess

Carlos y Yess, son una bella pareja que conocí gracias a un amigo mutuo, les pedí su número de WhatsApp y así quedamos de acuerdo para un primer encuentro, en el cual no estaba planeado que algo sucediera (al menos de mi parte), pues se iba con la idea de algo tranquilo para conocernos, resultó que llegue a donde me indicaron y no tardó mucho Carlos en llegar, así que compramos bebidas, cigarrillos y botanas, al entrar en su casa, nos recibió su esposa, enfundada en un pequeño y ligero vestido azul, ella morena clara, de aproximadamente 1.60 de estatura, cabello largo, cara muy linda, unas piernas muy torneadas y macizas, unos pechos no tan grandes que a mi criterio combinaban a la perfección con sus enormes nalgas, estuvimos bebiendo y conversando muy ameno hasta que en una oportunidad le dije a Carlos que me encantaban las piernas de su mujer, que no era grosería pero había momentos en que era difícil quitar la vista de encima, le dije también que si me permitía tocarlas, a lo que él respondió afirmativamente, en ese momento me hinqué y comencé a tocar sus pies desde sus zapatillas, mis sedientas manos iban recorriendo centímetro a centímetro esa deseada piel, fue inevitable no acercar mi nariz y lengua para que disfrutaran de aquel festín que se daban mis manos, ella en automático creo, abrió las piernas, permitiéndome así deleitar mi pupila con su tanga negra con transparencias para darme por primera vez cuenta que maravillosamente estaba en su totalidad depilada, mi sentido del olfato se fue trastornando a medida que mi nariz iba subiendo con lentitud hasta llegar a la flor que más encanta, continué masajeando sus bellas nalgas y ponerla de pie para poder deshacerme de esa prenda (tanga) que aunque sexy para esos momentos me estorbaba para lo que mi lengua tenía planeado hacer, estuve un rato lamiendo mientras mis manos recorrían su abdomen y sus senos, después de eso nos tiramos en la alfombra, me coloqué un preservativo y comenzamos con la posición de misionero mientras Carlos se masturbaba y no perdía detalle alguno de lo que su mujercita y yo hacíamos, seguimos en la alfombra, continuamos en la sala, hasta llegar a la recámara de sus hijos, los cuales no estaban en esa ocasión, el buen amigo Carlos se acomodaba en diferentes ángulos para poder disfrutar del espectáculo de ver a su amada penetrada y gozar con otra verga, continuará...