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AMANTE PARA MI ESPOSA

Fue hace ya algún tiempo. Nos comunicábamos con parejas por internet para probar nuevas emociones y una vez llegó una pareja de jóvenes como de treinta, Alberto y su mujer, muy guapa, rostro lindo, culo perfecto, pocos senos. Mi mujer es linda, piel morena clara, pechos como melones y poca pompa.

El caso es que la señora y su marido tuvieron relaciones enfrente de nosotros pues ella no sabía que el asunto era para un intercambio pero lo disfrutamos. Fue ahí donde noté que Alberto era un atleta en esas cosas del sexo pues además de aguantador y potente, movió de mil maneras a su esposa e hizo alguna posición que yo, con más de 40 años, no conocía. Fue por eso que días después lo contactamos para que vaya solo a vernos y le hiciera lo mismo a mi esposa.
Luego de unas cervezas bien frías, que le encantan a mi muer y la desinhiben, especialmente si intercalamos unas piñitas coladas o unas margaritas frappé, nos fuimos al cuarto.
Prendí el aire acondicionado y la tele, pues mi mujer cuando se viene grita y no quería que nadie nos interrumpiera sino que confundiera sus gritos con algún video musical.
El hombre, Alberto, le chupó cuanto quiso las ricas y grandes tetas de mi mujer con sus aureolas rosaditas y luego, poco a poco, llegó hasta su vagina, donde se lució y logró que mi esposa se viniera a chorros en su boca. Luego, le agarró la mano a mi esposa y la puso en su pene, enseñándole cómo el gustaba que lo masturben, cosa que hizo ella por un rato dócil y con sus ojitos cerrados. Luego le tocó el 69 y ella me contó después que el chico le lamíó hasta el ano.
La colocaron después sobre la gorda verga de este atleta sexual y mientras ella descendía en ese poste, yo, a unos cincuenta centímetros de la acción pude ver como el chavo ya la estaba metiendo y sacando a toda velocidad antes de que ella llegara a adoptar la postura requerida.
En una de esas, que se vino tan fuerte que tuvimos que darle unos minutos para recuperarse, vino hacia mí, que estaba tendido en la cama totalmente desnudo y boca arriba, y empezó a darme sexo oral y ví entonces que se acercó Alberto por detrás de ella y la ensartó como perrito, mientras ella gemía con cada metida de esa gorda verga.
Luego el tipo la volteó, sin importarle que yo esté ahí y se la metió por delante mientras ella seguía gimiendo y apretándome las manos por arriba de su cabeza, recostada en mí.
Luego patitas al hombro y más quejidos coordinados con cada empujón que le daba su amante mientras brincaban sus tetonas . Se volvió a venir con gritos y todo.
Ya se la cogió como dos veces más ese tipo y ella finge que se resiste y que lo hace por complacerme pero la verdad es que le encanta que se la cojan enfrente de mí. Le gustan los hombres altos, como de 1.65 para arriba, delgados o al menos no gordos, piel morena clara, lampiños y que huelan a loción rica. 
Estamos buscando (o estoy) en estos días a un amante más o menos de planta. Solo hay que hablarle bonito, unas cervecitas, y si le gusta el hombre, hay un 80 por ciento de que se la coja esa misma noche.
Hace tiempo que quiero publicar esto pero no me he atrevido. Es algo así como decirles la manera en que mi esposa puede cojer con casi cualquiera de ustedes usando el conocimiento que yo tengo como su pareja. Es muy emocionante, y si saben dar un masaje donde además le rasquen la espalda, en unos minutos podrán ponerle la mano en su verga para que se las acarice, se las rasque, los masturbe y les dé un buen agasajo. Oigo propuestas.   Omar..