Este relato que he narrado en dos partes, realmente ocurrió y en su mayor parte la narración se apega a la realidad. Si pasó y así como está narrado sucedió. No agregué algo que no haya sucedido y al contrario, hubo algunas cosas que no las incluí.

Esta ocasión fue la primera en la que Mario se cogió a Martha, anteriormente ya nos conocíamos y habíamos coincidido en algunas reuniones. Al principio, Martha me comentaba que sentía que él le coqueteaba y como a ella no le desagradaba, yo entre broma y broma le decía que le siguiera el rollo, así fue que nos fuimos haciendo más amigos, hasta que Martha me decía que si se presentaba la ocasión iba a ceder. Por eso, esa tarde le hablamos para ver si nos acompañaba a dar la vuelta, claro que con la intensión de ver hasta dónde podíamos llegar, pero cuando él nos dijo que no podía porque tenía una reunión, pues nosotros pensamos que no iba a poder.

Por eso nuestra sorpresa cuando llegó al bar donde estábamos. Y quizás fueron las cervezas, el momento, lo cachondo de la situación, que Martha sin haberlo planeado ni platicado y para sorpresa mía, se lo llevó al asiento trasero mientras yo manejaba.

Al día siguiente, Mario se comunicó conmigo para disculparse por lo que había pasado, al principio me decía que no había sabido lo que hacía, que estaba borracho, que nunca volvería a pasar, que no tenía cara de volver a vernos, etc. Y fue hasta que yo hablé con él que se calmó, le dije que todo había estado muy bien, que a Martha y a mí nos había gustado mucho y que para la próxima íbamos a ir a un motel para, entre los dos, cogernos a Martha.

Al principio se sorprendió de mis palabras, pero no le desagradaron y terminamos poniéndonos de acuerdo para vernos los tres en fecha próxima.