Historias y Relatos Swinger

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Su primer encuentro con el mundo SW

Era la primera vez después de muchos años de insistir que ella aceptó conocer a mi perverso y audaz cómplice.
La cita fue en el hoy extinto restaurante Toks de plaza patio, llegamos muy puntuales y nerviosos desde el preámbulo; antes de salir de casa con la pasarela, -que me pongo-, -como me veo-, -es muy corto-, -es muy largo-, -no parezco vulgar?-, -crees que le guste?-. En fin toda una odisea decidir que ponerse para  tan esperada cita; finalmente optó por una falda larga, muy larga con una pronunciada abertura que dejaba ver sus torneadas piernas, la tela era de licra y muy delgada, le quedaba super entallada en el área de las nalgas (aprovecho para presumir que, de quién hablo en esta historia tiene unas nalgotas muy ricas en forma de corazón).
Esperamos en el estacionamiento a mi cómplice y amigo de muchos años, llego 15 minutos después que nosotros; entramos pedimos sólo bebidas (café y frappe), mi amigo con su experiencia abrió el tema SW preguntándole -que onda que te ha contado este perverso de mí?, qué es lo que te gusta?, que quieres hacer?. Tímida y nerviosa volteó a verme buscando ayuda o autorización para contestar, 
-contesta la pregunta mi amor-
 -hay que pena, OK pues, pues no sé yo no sé nada de esto pero quiero experimentar cosas nuevas me gusta  coger y quiero aprender y disfrutar OK ya lo dije uffff- acto seguido se paró y fue al tocador, momento en el que mi amigo vio muy de cerca su trasero y ex exclamó -uyyy que ricas nalgas- ella escuchó y respondió con la sonrisa más coqueta que jamás le había visto. 
-que pedo güey que vamos hacer?-
-no lo sé la veo bien, ya rompió el hielo a ver que se atreve hacer -
-aguanta ahí viene-
-hola ya regrese, ufff de pronto me dio calor por tus preguntas-
seguimos hablando de cosas triviales porque llegaron personas a la mesa de al lado
-sugiero que vayamos a otro lugar donde no escuchen que hablamos de putería-
los tres estuvimos de acuerdo ella dijo 
-vamos a donde quieran menos a un motel-
OK OK que te parece si sólo nos cruzamos el malecón y no sentamos un rato en el parquecito (donde estaba el reloj y termómetro frente a la MEGA); cruzamos caminando nos sentamos, ella en medio. Mi amigo de inmediato le puso su mano en la pierna y le dio un pequeño apretón, se puso de pie y le dio la mano invitándola a pararse; jamás la vi tan obediente, se paró y él le hizo darse una vuelta muy lenta prestando especial atención a sus nalgas  la detuvo de frente a él, la abrazó, le puso sus manos en la cintura, las bajo lentamente hasta llegar a sus nalgas y le apretó ambas nalgotas, ella volteó a verme como pidiendo auxilio, me puse atrás de ella y bese su cuello pero pasaban los autos por lo que los dejé a ellos dos seguir abrazados. 
De pronto ya estaban fajando pero  no se besaban, literalmente se comían; él, tomó su mano y la llevó a su verga que resaltaba bajó el pantalón -Woow que grande y dura- exclamó ella; se volvieron a sentar el saco la verga del pantalón para que ella empezara a masturbarlo al mismo tiempo que seguían besándose yo saqué la mía y nos empezó a masturbar a los dos, se alternaba besándonos sólo se giraba y besaba a uno y luego al otro sin soltar en ningún momento  nuestras vergas -chúpamela- le pidió mi amigo pero ella no accedió -estamos en la calle- ella tomó mi mano, abrió sus piernas, y puso mi mano en su cosita que ya escurría, estaba empapada, no podía hablar sólo gemía y no paraba de besarnos alternadamente. De pronto soltó las vergas se acomodó la falda se paró y dijo -vámonos por favor-.
 Se despidió de mi amigo con un Super beso y nos fuimos a un motel donde cogimos ella y yo de una manera descomunal y sucedió algo que jamás le había pasado al momento de venirse. 
Pronto se los contaré…