¡Hola! Quiero contarles acerca de nuestro primer trío HMH que tuvimos el mes pasado. Fue una gran experiencia.

Mi esposa y yo hemos estado casados ​​durante 9 años, pero hemos estado hablando de tener un trío durante los últimos 4. Nunca lo hicimos antes porque nunca habíamos encontrado a alguien con quien mi esposa quisiera acostarse.

Finalmente, se decidió por una amigo nuestro, que aceptó alegremente porque mi esposa es linda y tiene un gran cuerpo (ella es bastante fit).

Fijamos la fecha para un sábado, en un bonito hotel de nuestra ciudad. Tomamos vino y cervezas para facilitar el proceso. Estábamos muy nerviosos.

Los tres entramos en la habitación y pusimos algo de música para hacer que el ambiente fuera más cómodo, luego empezamos a hablar un rato, porque nadie sabía cómo empezar.

Al cabo de un rato, mi esposa y yo nos abrazamos en una de las camas, mientras que nuestro amigo yacía en la otra. Ella me preguntó qué hacer para comenzar, así que le dije que fuera a la otra cama con él. Ella se levantó y fue por una cerveza y luego se acostó a su lado.

Después de unos cinco minutos, me miró, preguntándome qué hacer a continuación. Entonces, me puse de pie y me recosté junto a ella en la cama, dejándola en medio de los dos, y comencé a besarla. Nuestro amigo solo miraba hasta allí. A continuación, señalé a nuestro amigo, mi esposa se volvió hacia el otro lado y comenzó a besarlo. Todo se volvió realmente caliente después.

Mientras ella se besaba con él, comencé a besarle el cuello y la espalda, algo que realmente la excita. Ella comenzó a gemir y con una mano me acariciaba y con la otra lo acariciaba a él. Le quité la blusa y el brasier y nuestro amigo comenzó a lamer sus maravillosos pechos redondos y blancos. Luego le quité los pantalones, dejándola en una deliciosa tanga de encaje negro. Mientras él estaba ocupado en sus tetas, comencé a lamerle el culo y el coño. Estaba realmente caliente y mojada.

De repente, ella abrió nuestros pantalones y sacó nuestros miembros para comenzar a chuparnos simultáneamente como una diosa. Luego bajé y empecé a hacerle un oral también, mientras ella chupaba a nuestra amigo. Seguí lamiendo intensamente hasta que ella se vino, retorciéndose de una forma deliciosa. Nunca había visto a mi esposa tan caliente como en ese momento. Ella estaba gimiendo y gritando como nunca antes.

A continuación, le di la vuelta y la puse en cuatro patas, mostrando su trasero a nuestro amigo y le pedí que la penetrara. Él obedeció, y mi esposa comenzó a gemir fuertemente, así que tuve que callarla poniendo mi pene en su boca. Pude ver que ella realmente estaba disfrutando de nosotros.

Durante aproximadamente una hora, nos turnamos para follarle el coño o la boca, cambiando de posición cada vez que cambiábamos de agujero. De perrito, misionero, ella arriba, todas las posiciones posibles fueron realizadas por nosotros esa noche. Mi esposa se corrió unas diez veces mientras la penetrábamos. Yo me vine primero, mientras que se la metía de perrito, llenando su culo con mi semen, como a ella le gusta. Luego, dejé que nuestro amigo la siguiera cogiendo por otra media hora hasta que finalmente terminó, bañándola con sus jugos en el rostro mientras yo masturbaba al ver como ella le respondía como toda una hembra a su amante.

Fue una noche realmente genial.