historias reales de nuestros usuarios
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Resonaban aquellas palabras en mi, sabiendo lo que implica en su mente y el que se atreviera a imaginar algo así, pero al mismo tiempo sabia que seguramente solo quedaría en eso.
Nuestro hospedaje...
Lugar alejado del centro, con pocos cuartos. Simplemente 3 en planta baja y 3 en la planta superior, dando vista a una alberca. Y a lo lejos todo el bello paisaje que caracteriza a este lugar.
Ya en nuestra habitación decidimos, ponernos frescos, yo en short. Ella cómoda y natural en su falda.
Jamas imagine las coincidencias de la vida ni lo pequeño del mundo. Solo lo vi tan real cuando al salir al barandal, y escuche ese tono que ya me resonaba de por sí. Eran nuestros ahora queridos amigos. Reí dentro de mi, y al momento me tensó el solo pensar que podía pasar algo más.
Decidí entrar y contarle a Ali lo que había visto. Algo sucedió que, al instante sin palabras solo con una mirada le dije y ella entendió que podía hacer lo que en ese momento se le antojaba.
Y así disimuladamente salió y se acerco al barandal, fingiendo no saber de ellos. Recargándose de espaldas y rozando sus nalgas contra los fierros, y ya imagino lo rico que deba ser estar de espectador abajo. Se separaba del barandal y se inclinaba un poco, de esta manera estoy seguro, sus espectadores podían ver sus piernas, sus nalgas y su tanga. Hacia todo esto y no dejaba de mirarme, con sus ojos me insinuaba lo caliente que estaba, podía notar lo excitada que estaba al hacer algo tan atrevido.
Entro al cuarto, dejo la puerta abierta y me monto, podía oler toda su humedad, podía sentir que escurría, y sabia que el haber dejado la puerta abierta significaba algo.
Me bajo el short y se monto sobre mi, esa vez fue la primera entre nosotros sin protección, pero eso no importaba.
Comenzó a moverse con brusquedad y a soltar algunos gemidos. La veía y sabia que en su mente deseaba ver entrar a aquellos dos jóvenes, dispuestos a someterla a chupar sus pollas. Sin embargo eso no sucedió, pero lo hecho hecho estaba y la pura fantasía nos dejo llegar a un lugar increíble.
La baje, y decidí ponerla de rodillas en la cama, tome su cabello fuertemente y entre en su vagina, comencé a bombear duro, cada vez mas duro, simplemente quería que todos se enteraran de lo que estaba sucediendo. Quería que ellos escucharan el gemir de ella, el chillar de la cama, y desearan tenerla. Seguía duro y mas duro, salía una pequeña lagrima de sus ojos, pero aun pedía más.